Unas vacaciones de verano en la playa o simplemente cualquier día, puede ser el elegido para tener una experiencia no muy favorable en el agua, y es que la picadura de una medusa con el respectivo dolor y picor que genera, tiene la capacidad de transformar un día de diversión en uno memorable a causa de la incomodidad y la ansiedad de encontrar prontamente alivio.
Puesto que no estamos exentos de que estos animales marinos de cuerpo gelatinoso y que también son llamados aguamalas puedan hacer acto de presencia y dejar su huella en nuestra piel, lo ideal es que todo bañista disponga de los conocimientos básicos para saber sortear esta situación, de ahí lo importante de prestarle atención a lo siguiente.
Cómo actuar ante la picadura de una medusa
Dejando claro que son muchos los mitos que se manejan respecto a lo que se debe y lo que no se debe hacer, lo más seguro es hacer uso de las recomendaciones médicas que se han establecido para este tipo de accidentes:
- El primer paso corresponde a lavar el área, para esto nada mejor que el agua de mar.
- Una compresa de hielo es una buena estrategia para disminuir la sensación de ardor y dolor que inmediatamente se sentirá, nunca ponga el hielo de manera directa porque puede quemarse la piel.
- Aplicar una pomada que disponga de la presencia de antihistamínicos y corticoides es lo más favorable, incluso se puede tomar un analgésico.
- No descarte visitar el servicio médico ya que algunas veces pueden quedar partes de tentáculo en la herida.