Existe variedad de hierbas y plantas cuyas propiedades las hacen parte de lo que se conoce como medicina tradicional. El epazote es una de ellas y ha sido ampliamente utilizada en el tratamiento de diversas afecciones, malestares o dolencias desde los tiempos prehispánicos principalmente en México y Guatemala, además de algunos países de Suramérica.
El epazote posee un característico y penetrante aroma y además de emplearse con fines medicinales en la preparación de remedios caseros, también constituye uno de los principales condimentos de la gastronomía típica mexicana. Se le conoce popularmente como té mexicano, té de los jesuitas o incluso algunos le llaman bledo.
El origen de su nombre proviene del náhualt epazotl que se traduce en sudor hedoroso y de allí que su olor o aroma sea tan característico y particular. Si bien se le usa con múltiples propósitos, principalmente se le emplea con fines medicinales y culinarios. Los Mayas y Aztecas lo usaban para aliviar dolores corporales.
¿Dónde se puede encontrar el epazote?
Esta planta se da principalmente en México pero también es factible encontrarla en América del Sur o Cetro América. Crece en zonas tropicales o subtropicales y se ha encontrado en Europa y Asia, a pesar de no ser muy conocida en esos países.
Propiedades del epazote
Entre las principales propiedades que tiene el epazote tenemos que en el área medicinal ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de problemas estomacales, trastornos y cólicos menstruales y para la eliminación de parásitos y lombrices.
Como hemos dicho anteriormente también se le conoce en lo que a gastronomía y artes culinarias se refiere, donde se le emplea como condimento de muchos platillos típicos de México, sin embargo, gracias a su contenido de ascaridol no debe consumirse en exceso porque podría resultar tóxico.
Sus hojas y su flor se utilizan para preparar infusiones que se indican a modo de complemento natural en el tratamiento de cólicos hepáticos, intestinales o estomacales. También se utiliza cuando hay presencia de parásitos en el intestino para su eliminación.
Otro de los principales usos medicinales que tradicionalmente se le ha dado tiene que ver con el tratamiento de dolores y cólicos menstruales. Se cree que favorece la regularización de los ciclos y ayuda en los casos de amenorrea o dismenorrea. También se ha comprobado que es efectivo para aumentar la producción de leche en mujeres en período de lactancia materna, así como en aquellas que presentan problemas de infertilidad.