Moscas: descubre por qué debemos cuidarnos de ellas

Casi todas las moscas, a excepción de aquellas mejor conocidas como “parásitas”, tienen alas, pero además cuentan con una impresionante capacidad olfativa y sensorial que les ayuda a detectar elementos en estado de descomposición, aunque estén a kilómetros de éstos, no obstante, nunca desaprovechan la oportunidad de posarse sobre la comida de los humanos y degustarse con ella, propagando así, cientos de bacterias que le abren las puertas a muchas enfermedades.

Las patas de las moscas tienen almohadillas pegajosas que les ayudan a situarse en cualquier superficie, incluso, en el portal web https://www.moscas.info/, un sitio especializado en difundir toda la información relacionada a estos invertebrados, se resalta el hecho de que es a través de estas extremidades, que perciben los sabores de los alimentos antes de ingerirlos.

Es por ello que siempre están volando de un lado a otro, y es allí donde radica el mayor peligro, pues aparte de tu almuerzo, necesitan pasar sobre desechos, excrementos o carne en mal estado para completar su ciclo vital.

Carne descompuesta y desechos orgánicos: criaderos de las moscas

Las moscas domésticas son las más dañinas para la salud. Pese a que solo se reproducen una vez en su vida, se propagan con facilidad.

Para ello recurren a lugares donde prevalezca la humedad y haya poca luz, por lo que los criaderos de moscas suelen ser la carne descompuesta o desechos orgánicos que se encuentren expuestos al aire libre.

En la urbe, los basureros y drenajes suponen excelentes sitios para que las hembras desoven, al igual que en restos de comida o frutas maduras.

Estos insectos de diminutas dimensiones y un corto lapso de vida que ronda alrededor de 30 días, siempre están en contacto directo con bacterias nocivas.

Al contaminar nuestros alimentos, son capaces de producir infecciones respiratorias, oculares y de la piel, así como enfermedades relacionadas a úlceras, fiebre, vómito o diarrea.

Formas de eliminar los criaderos

Una vez que descubrimos cuáles son las áreas en particular de nuestras casas, elegidas por las moscas para alojar sus criaderos, es más sencillo eliminarlos.

Así pues, es imprescindible sacar constantemente la basura de los botes que tengamos en la cocina o cerca de esta.

De igual manera, mantener frutas y verduras en la nevera es muy útil, ya que evitamos que las moscas las utilicen para colocar sus huevos.

Deshacerse de la suciedad acumulada en las rejillas de los desagües o alcantarillas cercanas, disminuirá las posibilidades de que eclosionen sus huevos.

Por último, es ideal crear barreras de olores, es decir, recurrir a aromas que nos ayuden a inhibir el agudo olfato de estos molestos insectos.

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