Si bien nos han presentado la idea de que el consumo de leche es de gran provecho para la dieta a causa de sus muchos nutrientes, lo cierto es que esta bebida requiere de una serie de consideraciones para que no afecte el bienestar, y en este sentido la leche cruda puede ser bastante peligrosa. Teniendo en cuenta que al estar cruda indica que no ha sido pasteurizada ni mucho menos esterilizada, esta puede prestarse para albergar diferentes organismos patógenos, de ahí que pueda afectar el organismo en muchos sentidos.
Afectando de manera más contundente a mujeres embarazadas, niños y adultos mayores, ya que son individuos con sistemas inmunes un poco más débiles, es preciso tener claridad sobre los riesgos de consumir leche cruda para disponer de argumentos suficientes para elegir evitar esta práctica.
Enfermedades asociadas a tomar leche cruda
Generalmente, las bacterias que contiene la leche cruda ocasionan desde dolor abdominal hasta diarrea, vómito, fiebre y dolores en el cuerpo, sin embargo, no debe perderse de vista que las cosas pueden ir poco más lejanos logrando que la persona desarrolle infecciones del torrente sanguíneo, neumonía, brucelosis y tuberculosis.
Los dolores de cabeza y las reacciones alérgicas también hacer parte de los efectos negativos de un líquido que demanda procesos mucho más rigurosos y responsables para que nadie tenga que exponerse a los factores de riesgo que ya hemos mencionado; por supuesto, no se trata de erradicarla por completo del menú, pero sí de garantizar que sea de la mayor calidad posible.