El concepto que explica la atracción por la inteligencia lleva el nombre de sapiosexual, una noción que se ha puesto muy de moda pues cuando se trata de comprender los gustos humanos, la manera como nos relacionamos y las motivaciones para sentirnos atraídos por alguien el interés pareciera no tener final.
El término como tal busca identificar a ese grupo de personas que más allá del físico, la posición económica y aquellos parámetros convencionales suelen cautivarse con la inteligencia del otro, incluyendo por supuesto el escenario sexual. De esta manera, los estímulos que sostienen el interés y las ansias de conocer más a ese individuo se sustentan en su forma de pensar, en sus opiniones y en definitiva en su capacidad intelectual.
¿Cómo es un sapiosexual?
Al ser la inteligencia el factor número uno de atracción sexual, los sapiosexuales pueden reconocerse por asignarle mayor valor a la calidad de las conversaciones, por preferir las citas en que se realiza algún tipo de actividad intelectual como por ejemplo el visitar un museo y por la preferencia por el denominado humor inteligente.
A ellos no les interesa lo repetitivo pues se inclinan siempre por lo novedoso, la originalidad es algo que les atrae, además encuentran en aquello de sentirse desafiados por la sapiencia del otro algo sumamente seductor. A manera de curiosidad, cabe anotar que las mujeres son la población donde más predomina este tipo de gusto pues son quienes responden más favorablemente a esta clase de incentivos en comparación a los hombres.