Desde tiempos prehistóricos hemos encontrados belleza, poder y misterio en las piedras. Así como en las hierbas, las piedras y los metales también poseen energías y mediante la inclusión de estos a nuestras vidas podemos lograr algunos cambios. Pero es desde los últimos años que hemos visto un incremento en el valor de estos. Ello se debe en gran parte del descubrimiento, de muchas personas, de que los cristales pueden usarse con una variedad de propósitos espirituales y mágicos.
La magia de las piedras es tan antigua como el tiempo. En el comienzo los primeros seres humanos descubrieron el poder encapsulado en su interior. Probablemente fueron usadas como amuletos, fueron ofrecidas en sacrificio, para lograr bendiciones y la fertilidad de la tierra, etc. Su uso está íntimamente conectado con la religión, los ritos y la magia. Pero con el pasar del tiempo, millones de personas han dejado en el olvido todas estas propiedades, la Revolución Industrial y las guerras devastadoras destruyeron la vida de aquellos que habían trasmitido el conocimiento de generación en generación. Llegando al punto en que el único valor de algunos de estos elementos es puramente material y banalmente físico.
Hoy en día ha surgido entre nosotros una nueva consciencia del valor mágico de las piedras, los metales y hasta de las plantas. Algo que sin duda no tiene precedentes en la historia, las personas están manifestando la insatisfacción que tienen en sus vidas; se están dando cuenta de que algo les está faltando, la magia.
Hay tres elementos que deben existir para alcanzar el éxito con la magia;
La necesidad por las piedras
Debe existir una necesidad. Por lo general, una que no puede satisfacerse por ningún otro medio. Una necesidad es un espacio vacío en tu vida o una condición crítica (como mala salud o peligro) en la que se debe trabajar de inmediato.
La magia llena ese vacío o corrige la condición, satisfaciendo así la necesidad.
La emoción por las piedras
Junto con la necesidad debe haber emoción, la emoción es poder, y si no está emocionalmente involucrado en su necesidad, no podrá obtener suficiente poder de ninguna fuente y no podrá redirigirlo hacia ella. Por ejemplo, si necesita pasar un examen, pero en realidad le da igual hacerlo, cualquier magia para mejorar sus posibilidades fracasará.
El conocimiento de las piedras
Este es el método de la magia: las técnicas que usamos para despertar la energía en nosotros o en objetos naturales, como las piedras, y enviarla hacia una necesidad mágica. Dicho conocimiento incluye visualización, concentración, y la realidad del poder.
Si tenemos la necesidad y la emoción pero no el conocimiento de cómo utilizar estas cosas, sería como un hombre de las cavernas con un abrelatas o una computadora. No tendríamos idea de qué hacer con nuestras herramientas.
Una vez estén unidos estos tres elementos, podemos llevar a cabo la magia.