Considerando que el politeísmo es la palabra que hace referencia a la creencia en la existencia de muchos dioses, lo cierto es que a lo largo de la historia de la humanidad esta postura ha logrado mantenerse como dominante abriendo paso a una buena variedad de deidades con percepciones, conocimientos y habilidades individuales, lo cual es por supuesto una clara muestra del supuesto que insiste en que el universo se en cuenta regido por más de una fuerza.
Así pues, hablar de las religiones politeistas corresponde a sumergirse en una experiencia cultural donde la diversidad no representa ningún tipo de inconveniente para coexistir y nutrir una amplia multiplicidad de sistemas religiosos que incluyen aspectos éticos y filosóficos.
En qué consiste el politeísmo
El término como tal, surge a partir del griego “poli” que significa “muchos” y de “teísmo” que proviene de la palabra usada para “Dios”, por tanto, podemos decir que se trata de aquella doctrina religiosa donde las creencias se construyen a partir de la existencia de varios dioses que siguen una especie de jerarquía.
Generalmente, estos dioses suelen presentar particularidades humanas e incluso revelar alguna especie de error o «pecado» que sirve para que las personas se identifiquen mucho más con ellos. Asimismo, sobresale su rol de protección hacia los seres humanos, prometiendo felicidad y bienestar.
Principales características de las religiones politeístas
Uno de los ejemplos más recurrentes para ilustrar este sistema de creencias, corresponde al hinduismo, pues se trata de una religión en la que se distinguen algo más de 300 millones de dioses y diosas distintos.
En su momento, el politeísmo egipcio y romano fueron bastante trascendentes puesto que inspiraron la celebración de complejos rituales del que hacían parte distintos sacrificios. En la actualidad, el neopaganismo con todas sus derivaciones se mantiene como un conjunto de movimientos espirituales que al adoptar varias formas de religiosidad politeísta incluye una notable inclinación por la ecología que hace posible identificar ramas como Druidismo, Wicca y Jewichería por tan solo mencionar algunas.
- De acuerdo al tipo de poder que dispongan, los dioses pueden invocarse de manera individual o grupal.
- Cada divinidad se encarga de la dirección de aspectos específicos de la vida.
- Generalmente, se mantiene la creencia en fuerzas demoniacas, seres sobrenaturales e incluso fantasmales, además por supuesto de los dioses y diosas principales.
- De manera clara, se identifica una jerarquía entre los dioses.
- Es posible que se incorporen similitudes o relaciones con otras creencias.