La limpieza de la sangre es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, ya que la sangre es la sustancia que, a través de los vasos sanguíneos, arterias y venas, transporta oxígeno, vitaminas, minerales, información genética y todo lo necesario para que en nuestra anatomía persista la vida.
Cuando nuestra sangre contiene impurezas o está contaminada empiezan a aparecer enfermedades dentro de las cuales podemos resaltar en riesgo medio el acné y la anemia, la cual se presenta cuando la sangre no lleva suficiente oxígeno al cuerpo, y enfermedades de riesgo alto como la leucemia, cáncer en la sangre, y el mieloma, entre muchas más.
El acné y la limpieza de la sangre
La mejor forma de curar el acné es mediante la limpieza de la sangre, ya que está enfermedad se presenta por un excesivo contenido de grasa en nuestro líquido vital, y por la acumulación de bacterias de diferente índole en la zona afectada, que provienen de los malos hábitos de higiene y alimentación. Todo lo antes mencionado se puede clasificar como impurezas, y encontrando la manera de eliminar estas impurezas podemos eliminar de nuestro cuerpo el acné.
Tratamiento del acné
Existen muchos métodos para tratar el acné, en la rama de la estética se realizan limpiezas faciales con la utilización de aparatos modernos para eliminar el contenido de grasa en nuestros poros.
En la medicina oficial se formulan antibióticos y cremas antimicóticas; más, sin embargo, la limpieza de la sangre es el método más eficiente, ya que trabaja en la eliminación de los agentes internos que lo producen; en la botánica se utilizan infusiones de plantas como la ortiga, el muérdago, la cola de caballo, la zarzaparrilla, entre otras, estas se beben desde 1 hasta 3 tazas durante el día.
La nutrición también nos aporta técnicas y hábitos alimenticios que permiten limpiarnos y gozar de buena salud en nuestra sangre por lo que junto con la botánica representan una alternativa eficaz y económica.