De manera reciente, un grupo de científicos británicos se encargaron de contarle al mundo el haber conseguido la creación de una placenta artificial, la cual, aunque se encuentra en una fase bastante precoz, corresponde a un organoide con las características necesarias para investigar sobre las complicaciones del embarazo, incluyendo las interrupciones que suelen darse casi que sin explicación alguna.
Desarrollados completamente en el laboratorio, estos organoides que han sido llamados mini placentas, se han concebido bajo el objetivo de conocer con mayor propiedad la manera en la que se desarrolla una placenta en gestación.
Placentas artificiales ante la falta de modelos funcionales
Ante la evidente falta de modelos para experimentar y una serie de estadísticas que revelan la gran cantidad de mujeres que han fallecido alrededor del mundo por cuenta de la preeclampsia, se pretende que estos modelos faciliten el empaparse mejor de las anomalías que tienen lugar en la etapa de la gestación o por ejemplo, de aquello que de manera específica impide que un embrión consiga implantarse adecuadamente.
De la mano de los organoides, la ciencia ha encontrado un camino para superar las limitaciones que a diario se encuentra y aunque los resultados son definitivamente a largo plazo, todas estas iniciativas son una manera de alimentar la esperanza hacia un futuro en el que los avances médicos consigan esas respuestas que hasta el momento no se han logrado obtener.
Se estima que si las cosas salen tan bien como se tienen previstas, se pueda conseguir información detallada respecto a los cambios hormonales y metabólicos propios del embarazo.