Descuidos, imprudencias y accidentes en general, suelen ser los causantes de las quemaduras domésticas, lesiones que, aunque son comunes, requieren de cuidados específicos no solo para evitar una cicatriz sino también la complicación de la situación ya que lo cierto es que, ante los malos manejos, las cosas pueden evolucionar, por ejemplo, en infecciones y salirse definitivamente de las manos.
Planchar la ropa, cocinar, la manipulación de productos químicos e incluso el agua de la ducha extremadamente caliente, suelen ser las causas más repetidas por las que se puede presentar una quemadura, lo importante del caso es saber qué hacer no solo para mitigar el dolor sino también para evitar la llegada de bacterias a la zona afectada.
Primeros auxilios para quemaduras domésticas
Lo mejor y más sencillo será siempre lavar o sumergir la piel afectada en agua fría, esto además de disminuir el dolor gracias a esta temperatura será suficiente para impedir que la quemadura penetre de forma profunda y sea mucho más delicada. Se debe tener en cuenta que, si la quemadura es ocasionada por un producto químico, el agua puede agravar las cosas.
Un ungüento hidratante como el aloe vera es una buena opción siempre y cuando se haya superado la etapa inicial luego del suceso sin complicaciones, pues los cirujanos coinciden que durante las primeras horas con agua fría es suficiente, por supuesto hay que recalcar que estamos hablando de quemaduras menores.
Las quemaduras químicas suelen ser las más graves y requieren de atención médica inmediata.