Las decisiones y acciones irresponsables del hombre a lo largo de los años y con el pretexto del progreso, han tenido un impacto negativo en los tipos de ecosistemas acuáticos y sus condiciones de vida que amenazan incluso la existencia de cualquier forma de vida sobre la faz del planeta tierra.
Mares, océanos, ríos, lagos y lagunas sufren año a año deterioro y alteraciones producto del uso que los hombres le han dado a los recursos naturales y diferentes ecosistemas del medio ambiente. Muchos de los hábitos y actividades humanas contribuyen día a día al desgaste del medio ambiente sin que los hombres tomen consciencia al respecto para buscar formas y maneras para detener la gran problemática de la contaminación.
El ecosistema acuático es el hogar y hábitat natural de un sinfín de especies y lastimosamente el calentamiento global ha ido disminuyendo sus espacios gracias a la pesca indiscriminada, la extinción accidental de especies, las fábricas, el uso de productos químicos arrojados a mares y las emisiones de fábricas e industrias que terminan traduciéndose en la acidificación de las aguas.
Hoy por hoy la salud de mares, océanos y ríos pende de un hilo y es necesario que las personas tomen conciencia de ello y comiencen a contribuir con pequeñas acciones de su acontecer diario a evitar o reducir los efectos de la contaminación en los ecosistemas del medio ambiente.
De continuar como hasta ahora, los hombres y sus acciones seguirán desgastando las especies desarrolladas tanto en la superficie terrestre como en el agua y una de las principales causas de contaminación es la pesca irresponsable e indiscriminada.
La pesca de arrastre de fondo es un método muy destructivo en el que son más las especies que se extinguen que las que resultan atrapadas. Esto aunado a las sustancias químicas causantes de la destrucción de muchas y variadas especies, constituyen una de las más contundentes amenazas de este ecosistema. Sin dejar de lado la violenta pesca con dinamita que ha matado extensas poblaciones de peces de arrecifes.
El origen de la vida en el planeta tiene mucho que ver con la existencia del agua, representando el 70% de su composición, de allí que el ecosistema acuático es el segundo más importante gracias a la vitalidad de este liquido para las funciones humanas y subsistencia del hombre.