Las serpientes son animales reptiles que están presentes en casi todos los rincones del planeta. Aunque existe una gran variedad de estas criaturas, se distinguen principalmente por tres características muy propias: su andar reptante (por la ausencia de extremidades), su lengua bífida o dividida y su potencial mortal.
Quizá sea está ultima característica (o la suma de todas sus particularidades). Lo que ha maravillado a los hombres y ha estimulado su imaginación desde el inicio de los tiempos.
Se tiene evidencia que ya en el paleolítico tardío, distintas tribus le habían otorgado a la serpiente una poderosa carga simbólica.
Para Joseph Campbell todos los animales tienen una carga simbólica más o menos universal o común a las distintas culturas. Así el pájaro es un símbolo de la liberación del espíritu con sus vínculos terrenales. Por su parte la serpiente simboliza todo lo contrario: la dependencia con la tierra.
La serpiente y las aves
Para Campbell, uno de los más grandes estudiosos de los mitos de los distintos pueblos, es constante la presencia de aves y serpientes en distintas tradiciones.
El mitólogo explica que esta constante lucha entre estás criatura del aire y de la tierra es una metáfora. Una metáfora de los problemas del hombre: lo terrenal e inmediato y lo inmaterial y permanente.
Podría verse incluso como un ying yang, o una lucha de opuestos: aire y tierra, cuerpo y mente.
Esta lucha antagónica entre dos criaturas encuentra su síntesis cuando las dos criaturas se unifican.
La serpiente alada y el dragón
La síntesis de la lucha entre el pájaro y la serpiente encuentra su resolución en la cultura de distintos pueblos.
Esta resolución puede interpretarse como un reconocimiento de que la terrenidad y la búsqueda de una espiritualidad elevada pueden ser compatibles.
El más vivo y clareo ejemplo de la unión del pájaro y la serpiente es el dragón.
Campbell afirma que el dragón es el símbolo de una atadura psicólogica: una atadura del ego.
Por eso en distintos mitos y cuentos se presente al héroe matando al dragón.
Los orientales representaron ricamente dragones en pinturas, esculturas y estampas.
Aunque donde se encuentra claramente la unión de ave y reptil es el dios de la cultura Tolteca: Quetzalcóatl, el dios serpiente que está presente en distintas imágenes de la cultura tolteca.
A Quetzalcóatl los toltecas le atribuyeron distintas funciones y características siendo la más común su carácter dual.