La montaña más alta del planeta, lamentablemente ha pasado a convertirse en el basurero de mayor altitud, por tanto, el Monte Everest con sus 8.848 metros sobre el nivel del mar, es ahora un desagradable vertedero a causa de las muchas décadas de alpinismo comercial que lo han elegido como destino y que por supuesto no han hecho buen uso del lugar.
Llamado ahora el basurero más alto del mundo, los escaladores amateurs son los principales causantes del problema al dejar a su paso desde botellas de oxígeno, hasta tiendas abandonadas, partes de los equipos de escalada e incluso desechos humanos que debido a las bajas temperaturas se conservan intactos.
¿Qué ocurre con el Monte Everest?
Un sitio que por ser un tesoro natural debería ser objeto de una cultura de cuidado y protección por todo lo que representa para la humanidad, es ahora un sitio con alta concentración de contaminación que amenaza con empeorar.
No solo preocupa el aumento de escaladores, lo realmente inquietante es la poca atención que prestan a las huellas que van dejando a su paso. Si a todo lo anterior, le sumamos el derretimiento de los glaciares ocasionado por el calentamiento global, tenemos entonces una montaña en serios aprietos que pese a los esfuerzos del gobierno de Nepal no ha conseguido equilibrar la situación; la falta de monitoreo pertinente y la inexperiencia de quienes acuden dispuestos a vivir este sueño, contribuyen a que las cosas sean ahora tan complejas y de hecho amenazantes de cara al futuro.