Juan diecisiete veintiuno no puede ser más claro: ”Que todos sean uno”. Las propias palabras de Jesús de Nazaret en su oración al Padre nos dan la clave: “Para que el mundo crea”.
Uno de los que así lo creen y llevan a la práctica es Jaume Llenas, secretario ejecutivo de la Alianza Evangélica Española. No le conocía personalmente hasta el otro día en la reunión de RedIMIR y confieso que me causó una impresión inmejorable. Irradia buena química. Es persona afable, dialogante, próxima, respetuosa, tan seguro de su misión como humilde y atento a opiniones ajenas.
El pasado 7 de marzo Protestante Digital publicó una entrevista a fondo con él. Busquen en “Números atrasados”; vale la pena. La defensa del derecho a la libertad religiosa, una vida digna y el medio ambiente, metas prioritarias de la AEE, sin olvidar la extensión del Evangelio, claro está, no pueden sino ser suscritas por todo creyente sincero para con Dios.
Reconozco mi error y pido perdón: he minusvalorado el potencial de la AEE. Cierto que soy miembro (pasivo; de pago de cuota anual) desde hace unos años de la AEE, pero hasta el otro día hablando con Jaume no había reparado en el hecho crucial que la AEE es la única institución que viene haciendo algo en lo que me va la vida: admitir a personas en su seno, no entidades.
Ni que decir tiene a Jaume Llenas tiene ante sí un desafío importante: modernizar la Alianza y acercarla – en pie de humildad , si se me permite la frase- a aquellos núcleos del pensamiento protestante con los que hasta ahora ha imperado el desencuentro, cuando no la confrontación (teológica). Su talante de pastor en ejercicio (Premiá de Mar) lo hará posible. La de ejecutivo y pastor es una combinación infalible en las manos de Dios.
Cuesta, vaya que si cuesta; los poderes fácticos ya se encargan de que no esté de moda ni bien visto hablar de ello, pero alguna vez alguien tenía que decirlo en el momento oportuno en un foro apropiado y esa persona fue Samuel Kobia, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, en su reciente gira a Sudamérica.
En su encuentro con las autoridades de Uruguay, en el repaso a la situación internacional y la guerra de Irak, frente a la estrategia del gobierno estadounidense de la “guerra preventiva”, Kobia lanzó el concepto alternativo de “paz preventiva”, o aquellos que cumplan con los diez mandamientos.
PP. Paz preventiva. Qué bien. Kobia ha leído Mateo 5:9* y no le añade matices, pues maldita la falta que le hacen a un texto tan incuestionablemente contundente. Él lo sabe, pero no se atreve a decir que al lanzar el concepto de “paz preventiva” está hablando en nombre de muchos más de los 400 millones de cristianos y cristianas encuadrados en las 342 iglesias miembros del CMI en 100 países.
Mi iglesia, por ejemplo, todavía no lo es, ni la Unión Bautista Española, ni el Consejo Evangélico de Madrid. Y somos muchos los que nos encuadramos en la alternativa de la “paz preventiva”.
* “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” .