Entre los productos habituales que se pueden encontrar en cualquier hogar se puede detectar algo de soda caustica. Un buen ejemplo es la fabricación industrial desde la que se producen papeles, tejidos o detergentes. Por parte de la industria farmacéutica y química, la soda caustica se usa como materia prima para provocar reacciones de síntesis o para controlar el pH de las soluciones. En el caso de la minería, es una sustancia clave para la extracción de minerales, como por ejemplo el aluminio.
Ahora bien, entre los productos domésticos comunes que utilizan soda caustica, probablemente sean los jabones y los detergentes los más representativos. Así mismo los productos de limpieza en los que se incluye en pequeñas cantidades hidróxido sódico. Por otro lado, este elemento es usado para desatascar tuberías o para decapar pintura.
En la industria alimentaria puede ser usado en algunas de las etapas de preparación de las comidas, como por ejemplo el caso de las frutas y verduras al lavarlas, previo a su distribución en el mercado.
No hay que olvidarse de las fábricas de cerveza, en la que usualmente los tanques de fermentación son lavados con sosa cáustica y así optimizar el proceso de producción.